viernes, 25 de septiembre de 2015

Y Pasaron los 100 dias (cent jours).

Como es habitual en un cambio de gobierno dar 100 días de cortesía, su origen viene dado en hace 198 años, el Prefecto del Sena, Gilbert J. Gaspard, conde de Chabrol, recibió al rey Luis XVIII en París, dándole la bienvenida con un breve discurso en el que afirmó:

Sire, cent jours se sont écoulés depuis le moment fatal où Votre Majesté, forcée de s’arracher aux affections les plus chères, quitta la capitale au milieu des larmes et de la consternation publique .

Sire, han transcurrido cien días desde el aciago momento en que Su Majestad, obligada a luchar contra sus más queridos deseos, se vio obligada a dejar la capital en medio de lágrimas y la consternación pública). 



Aquellos 100 días que mencionó Chabrol se referían al periodo de tiempo comprendido entre el 20 de marzo de 1815 –cuando Napoleón regresó a la capital francesa procedente de su exilio en la isla de Elba– y el 28 de junio de 1815 en que se restauró la monarquía de los Borbones tras la derrota de Bonaparte en la batalla de Waterloo (que había ocurrido diez días antes), propiciando el retorno del monarca a su trono.

Aunque el origen de esta conocida expresión es europeo, fueron los americanos quienes la popularizaron a raíz de la frenética iniciativa legislativa que desarrolló el presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt en los primeros cien días de su gobierno, durante la primavera de 1933. Desde entonces, esta locución se atribuye a todos los gobernantes que son elegidos para acceder a un cargo, como margen de cortesía para que puedan iniciar su actividad y se deje notar la impronta de su programa político.

Pues bien, han pasado esos días, en este margen de tiempo se da a entender el descalabro desastroso que han sufrido las arcas municipales ya de por si deterioradas, el despilfarro aterrador de las mismas que mas tarde o temprano esperemos se den a conocer con esa auditoria prometida que esperemos vea la luz, el futuro incierto de la empresa de limpieza que a los ciudadan@s de este pueblo nos va a doler y bastante la cabeza, la falta de ingreso y liquidez para ser operativos, las obras sin terminar y finiquitar, las cientos de denuncias futuras en indemnizaciones, un groso modo de lo latente, en fin... mas bien un vaticinio de hecatombe (Suceso trágico)  en la que Arcos le va costar levantar cabeza en un largo, largo tiempo.

100 días de Comienzos inciertos, desorientados, confusos, mezclado, revuelto, embrollado, embarullado, desordenado, enredado, enmarañado, lioso... pensamos la gran maraña por desenredar que queda en esta legislatura o esos queremos pensar si llega a su fin con buen puerto, de todas formas el tiempo y el futuro vaticinaran si es halagüeño o no.
 





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